Aunque ambas cosas son geniales, muchas veces confundimos que tener un sueño es lo mismo a tener un propósito pero no es así.
SUEÑO y PROPÓSITO
Un sueño es algo egótico, se relaciona con uno mismo por ej.: el sueño de viajar por el mundo y generar recursos mientras ocurre. Es positivo tenerlo forma parte de nuestra esencia.
Sin embargo, PROPÓSITO es algo que siempre se relaciona con los demás, busca dejar un legado por ej.: formar una academia para enseñar a las personas cómo generar recursos mientras viajan.
Seamos empresarios o empleados, autónomos o dependientes, todos tenemos algo en común: el anhelo que nuestra vida a nivel personal y profesional tenga sentido. Si el propósito no está definido, es común que algunas personas sientan:
- La sensación de marchitarse
- Perder la noción del tiempo
- Se dificulta poner en palabras qué pasó en (y con) su vida a lo largo de un día, de un mes, o de un año.
🍏 Propósito Saludable
¿Qué características se supone que debería tener? Para cada uno es distinto, sin embargo, es posible sintetizar unos rasgos comunes para todos.
Todo propósito saludable debería:
a. Provocar aprendizaje y crecimiento personal.
b. Generar impacto positivo en otras personas además de uno mismo.
c. Crear relaciones personales y profesionales consistentes, productivas y nutritivas.
Soñar no cuesta nada, pero cumplir un propósito sí, hay acciones que hacer y un precio que pagar pero si estamos dispuestos también veremos lo soñado hecho realidad.
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