En esta nueva era económica, impulsada por la información el conocimiento y la tecnología, las oportunidades están del lado de quienes presten atención
La gran masa de población mundial no se familiarizó del todo con el cambio de siglo. Las personas en su mayoría continúan pensando de idéntica forma a como lo hacían en la era Industrial (marcada por el siglo XX) y la confusión ocurre al pensar que por adquirir cada vez más tecnología (iPad, smartphones, relojes inteligentes, etc.) nos hacemos más digitales, ese es un error frecuente que hay que evitar. Mientras la mente reproduzca patrones de conducta en #ModoAnalógico (viejas prácticas de gestión, formularios, revisiones anuales, modalidades, etc.) el #ModoDigital permanecerá bloqueado.
Por otro lado, existen datos estadísticos de la Encuesta Mundial de Gallup (2018) según los cuales el 85% de la población mundial está insatisfecha con su trabajo y en especial con su jefe, la pregunta salta a la vista ¿solo un 15% vive sintiéndose satisfecha con lo que lleva a cabo? Al parecer sí, lo cual enciende una alarma al respecto.
😃 Cómo formar parte del 15% feliz en el trabajo
✔️ La clave es el PROPÓSITO
El COVID-19, paralelamente al virus y todo lo que ya sabemos que eso implica, también dio lugar a otra cosa, y tiene que ver con la pérdida de identidad y propósito. Si lo pensamos en voz alta podemos atar algunos cabos como, por ejemplo, ante la incertidumbre (de la propia existencia) y la pausa de diversas actividades, muchas personas, de repente, tuvieron que enfrentar cambios drásticos en sus hábitos en general; pasados los días, semanas, meses, se hizo crucial separar el SER (lo que la persona es) del HACER (lo que la persona hace). Disociar Ser de Hacer es lo que permite comprender que el rol jamás determina quienes somos; la valía propia proviene del SER nunca del hacer.
🔧 Hay herramientas útiles para practicar esta separación y empezar a formar parte del 15% mencionado, una de ellas es la capacidad de hacernos preguntas, por ejemplo, indistintamente de la tarea que le toque a cada uno desarrollar hay que lograr diferenciar esa “tarea” de quien la ejecuta “hago esto, pero no soy esto”. La actividad no es mayor que la persona, así que, atender un negocio, actuar, bailar, viajar, tocar un instrumento, cantar etc. son acciones que una persona hace, pero su SER es más grande que eso. Esto resulta interesante porque hay una estrecha relación entre la identidad y el propósito. Y conocerse a uno mismo (SER) es uno de los principales indicadores de lo que sigue, el propósito.
📝 Datos sobre Felicidad:
La revista Psychology Today publicó en el año 2000 la módica cifra de 50 libros que hablaban sobre felicidad, en el 2008 llegó a los 4Mil. Seis años más tarde en 2014 se publicaron más de 10Mil estudios anuales sobre felicidad. Hoy gracias a Google Trends podemos saber que la palabra felicidad se multiplicó enormemente en las búsquedas en lo que va del 2008 al 2019.
Paradójicamente científicos sociales descubrieron una triste ironía: perseguir la felicidad hace desgraciadas a las personas. Tal es el caso de Finlandia, que, siendo el país más feliz del mundo según la ONU, a la vez es el país que tiene una tasa de suicidios entre las más altas: 14,39 por cada 100Mil habitantes, eso es algo muy por encima de la media a nivel mundial.
🤔 Parecidos pero distintos
No es lo mismo una vida feliz que una vida con sentido, pero una vida con sentido es fuente de felicidad. Actuar con sentido puede propiciar un bienestar más profundo y duradero a lo largo del camino (de la vida) como sucede en Okinawa, la isla japonesa con mayor índice de centenarios (personas vivas y saludables con más de 100 años) del mundo.
Este sentido, algunos lo llaman Ikigai, un concepto japonés que significa «la razón de vivir», otros como Simón Sinek lo han nombrado el Por Qué. Lo cierto es que, Ikigay, Por Qué o Propósito, marca a modo de Tatoo a todos.
Empresarios o empleados, autónomos o dependientes, todos tenemos algo en común: el anhelo de que nuestras vidas tanto a nivel personal como profesional tengan sentido. Cuando el propósito no está definido, es común que algunas personas sientan la sensación de marchitarse, otras sientan que pierden la noción del tiempo, se les dificulte poner en palabras qué pasó en (y con) su vida a lo largo de un día, de un mes, de un año. Un ejemplo bien cotidiano de esto es el de las personas que van al cine y rápidamente se olvidan de la película que acabaron de ver.
🍏 Propósito saludable
¿Qué características se supone que debería tener? Lo saludable para cada uno puede ser distinto, sin embargo, es posible sintetizar unos rasgos comunes que permiten que sea beneficioso para todos.
Todo propósito saludable debería:
a. Provocar aprendizaje y crecimiento personal.
b. Generar impacto positivo en otras personas además de uno mismo.
c. Crear relaciones personales y profesionales consistentes, productivas y nutritivas.
Escuchar el podcast completo en Spotify
Álvaro Martínez – Periodista y Máster en gestión del tiempo